Una mañana clara |
Habitante
de una mañana limpia,
de niebla y ligereza,
de cielo alto
y suave
claridad.
Habitante
de una pradera dulcemente
verde,
dulcemente abrazada
por la arboleda,
dulcemente
vestida
de humedad
y de sol.
Habitante
de un tiempo de silencio,
traspasado de calma,
florecido,
como una planta efímera,
en el suelo
profundo
de la vida.
(Amelia de Sola)
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