...El fuego blanco
de la estrella del alba
frente a mi puerta...
A.S.
jueves, 24 de septiembre de 2015
domingo, 20 de septiembre de 2015
sábado, 19 de septiembre de 2015
Símbolo y cinismo
A veces, la vida entera se me presenta como símbolo. Como apuntando más allá de sus límites.
Otras, como una cínica parodia de sí misma.
Otras, como una cínica parodia de sí misma.
Homo faber
Me importa la sencilla verdad de los objetos primigenios, esenciales, fabricados por la mano humana.
Esos que, para nosotros, se han convertido en símbolos.
Esos que, para nosotros, se han convertido en símbolos.
viernes, 18 de septiembre de 2015
Algo malo me pasa
"Yo, que tanto trabajo
y me desvelo..."
(Cervantes)
Por desgracia,
me ocurre
no saber encontrar,
por mucho que la busque
-y la he buscado
mucho-,
esa extasiada
plenitud
que cantan
los poetas,
antiguos
y modernos,
ante la inmarcesible
belleza
natural,
el terso cuerpo
deseado
o la sencilla
percepción del Ser
-según tendencias
personales
de cada quién-.
Me ocurre, por desgracia,
que andando
por el campo,
una hermosa mañana
de fresca
primavera,
se me acaban colando
piedras en los zapatos
y espinas en
los calcetines,
de modo a todas luces
inoportuno.
En cuanto al acto
sublime
de la unión,
mi discreción no ha de impedirme
declarar, amor mío,
que con frecuencia
me agobias con tu peso,
me aprisionas
el pelo
o me clavas
el codo
en un lugar
inadecuado.
Y, en fin
-¿me atreveré a tan bochornosa
confesión?-,
la transparente
percepción del Ser
me aburre
a muerte,
apenas pasan
diez minutos.
Debe ser que no tengo
remedio.
Debe ser que algo malo
me pasa.
Debe ser que no valgo
para vivir en Walden
ni para los delirios
amatorios
ni para los serenos
desapegos
de la Iluminación.
Debe ser que no sirvo,
definitivamente,
para eso que hacen
los poetas,
antiguos
y modernos
-sea ello
lo que fuere-,
que los pone
tan plenos.
A.S.
y me desvelo..."
(Cervantes)
Por desgracia,
me ocurre
no saber encontrar,
por mucho que la busque
-y la he buscado
mucho-,
esa extasiada
plenitud
que cantan
los poetas,
antiguos
y modernos,
ante la inmarcesible
belleza
natural,
el terso cuerpo
deseado
o la sencilla
percepción del Ser
-según tendencias
personales
de cada quién-.
Me ocurre, por desgracia,
que andando
por el campo,
una hermosa mañana
de fresca
primavera,
se me acaban colando
piedras en los zapatos
y espinas en
los calcetines,
de modo a todas luces
inoportuno.
En cuanto al acto
sublime
de la unión,
mi discreción no ha de impedirme
declarar, amor mío,
que con frecuencia
me agobias con tu peso,
me aprisionas
el pelo
o me clavas
el codo
en un lugar
inadecuado.
Y, en fin
-¿me atreveré a tan bochornosa
confesión?-,
la transparente
percepción del Ser
me aburre
a muerte,
apenas pasan
diez minutos.
Debe ser que no tengo
remedio.
Debe ser que algo malo
me pasa.
Debe ser que no valgo
para vivir en Walden
ni para los delirios
amatorios
ni para los serenos
desapegos
de la Iluminación.
Debe ser que no sirvo,
definitivamente,
para eso que hacen
los poetas,
antiguos
y modernos
-sea ello
lo que fuere-,
que los pone
tan plenos.
A.S.
martes, 15 de septiembre de 2015
En la tierra de nadie
Vagan los habitantes
de la tierra de nadie,
esperados
por nadie,
atrapados
entre nieblas de acero,
en un futuro
sin color.
A.S.
de la tierra de nadie,
esperados
por nadie,
atrapados
entre nieblas de acero,
en un futuro
sin color.
A.S.
lunes, 14 de septiembre de 2015
Serpientes grises
Se arrastran por la tierra
las serpientes grises
nacidas en el mar,
heridas
por el mar,
en un verano
frío de alambradas.
Se arrastran, lentos,
exiliados
del país
de los muertos,
los grises portadores
de una noticia
que no queremos
recibir.
A.S.
las serpientes grises
nacidas en el mar,
heridas
por el mar,
en un verano
frío de alambradas.
Se arrastran, lentos,
exiliados
del país
de los muertos,
los grises portadores
de una noticia
que no queremos
recibir.
A.S.
Los pájaros del mar
Vuelan pájaros tristes
sobre un mar que se adorna
las orillas
de guirnaldas de muertos.
Vuelan
los pájaros del mar,
en un verano
ciego
de gaviotas ahitas.
A.S.
sobre un mar que se adorna
las orillas
de guirnaldas de muertos.
Vuelan
los pájaros del mar,
en un verano
ciego
de gaviotas ahitas.
A.S.
Los muertos del mar
Vuelven
los muertos del mar,
mecidos
por las olas,
a la querencia
de la orilla buscada.
Vuelven
a recordarnos
que vivieron.
Que quisieron vivir.
Que moriremos.
A.S.
los muertos del mar,
mecidos
por las olas,
a la querencia
de la orilla buscada.
Vuelven
a recordarnos
que vivieron.
Que quisieron vivir.
Que moriremos.
A.S.
martes, 1 de septiembre de 2015
El parto
El parto es una llanura desolada y lejana donde sentarse a ver la lenta precesión de los dolores.
Luego llueve sobre la tierra y se parten las piedras, porque se ha despertado el durmiente con un hambre terrible de dolor y de tiempo.
(Amelia de Sola: El país de las mujeres)
Luego llueve sobre la tierra y se parten las piedras, porque se ha despertado el durmiente con un hambre terrible de dolor y de tiempo.
(Amelia de Sola: El país de las mujeres)
Minotauro
En la noche de las doncellas,
muge el monstruo a los cielos.
El cuerpo blanco,
la gran cabeza astada,
el dolor animal de Minotauro
entre jóvenes muertas.
(Amelia de Sola: de "El país de las mujeres")
muge el monstruo a los cielos.
El cuerpo blanco,
la gran cabeza astada,
el dolor animal de Minotauro
entre jóvenes muertas.
(Amelia de Sola: de "El país de las mujeres")
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